Al igual que la vegetación, la fauna que habita las sierras de córdoba posee aportes de especies de diferentes ambientes. Las hay de origen subtropical o brasílico, andino y pampeano.
En el área de Cerro Colorado, además de esta característica, se suma el hecho de una orografía accidentada, con quebradas, laderas, cimas de cerros y espacios abiertos y llanos.
Tal variedad de situaciones contribuye en mucho al enriquecimiento en especies de la fauna local. Esto se debe a que la diferente constitución y requerimientos biológicos de las especies condicionan a las mismas a vivir en hábitats distintos. De esta forma los animales se “aíslan” unos de otros, reduciendo la competencia por recursos, tales como alimento, lugar de cría, área de caza, etc.
Es indudable que en el pasado la fauna de esta zona fue más rica en especies que en la actualidad, era mayor la biodiversidad. Son prueba de ello las representaciones pictográficas que realizaron los indígenas. Muchos de los motivos cubren una amplia gama de animales, algunos de los cuales hoy ya no existen en la zona.
Por ejemplo, en aquel entonces las llamas y los guanacos poblaban la zona en estado silvestre; hoy han desaparecido, así como el yaguareté o tigre americano.
Algo semejante puede decirse del cóndor, especie ésta que llamó la atención del indígena, pues es la más representada de las aves.
Así y todo, muchas especies han perdurado hasta nuestros días a pesar de la intervención humana.
La variedad de la vida silvestre de “Cerro Colorado” se hace más perceptible en aves e insectos, ya que estos dos grupos se prestan más fácilmente a la observación.
Respecto a las aves, de las más conspicuas mencionaremos a dos: el congo y el jote, aves muy parecidas ente sí, pero que en vuelo pueden identificarse fácilmente por el plumaje de sus alas. Estas son aves carroñeras que pasan la mayor parte del tiempo en las cimas de los cerros, donde se las puede ver “carretear” pesadamente para levantar vuelo. Se ve ocasionalmente al águila mora y una pareja del halcón peregrino que anida en el Cº Inti-Huasi. Lechuzas y búhos, como el ñacurutú, controlan el número de roedores. Por cierto, decenas de especies de pájaros, cuya lista sería muy extensa: zorzal, benteveo, cardenal, chincheros, hornero, carpinteros, martín pescador, garzas, etc., etc., etc...
Las especies de la macrofauna, como la corzuela o el puma, son difíciles de observar por la actitud tímida y asustadiza de la mayoría de estos animales. Escasos en la zona, aún pueden encontrarse ñandúes y pecaríes.
Por otra parte, muchas especies, por sus adaptaciones biológicas, desarrollan su actividad durante la noche, permaneciendo ocultos durante el día. Tal es el caso del zorrino, el zorro gris, la comadreja overa, el gato del monte, el yaguarundí, etc.
Son comunes las especies de sangre fría –poiquilotermos- como los batracios: sapos y ranas, y los reptiles: lagartijas, chelcos, culebras, víboras y el lagarto overo (iguana)
La variedad de insectos es enorme. Entre los coleópteros, llaman la atención por su tamaño y robustez: el taladro grande, el cortapalos, el bicho candado y el escarabajo pelotero.
En la proximidad de los arroyos son comunes los alguaciles y libélulas, y sobre las aguas quietas, los escribanos o zapateros del agua. Estos son insectos gregarios que, gracias a la especial conformación de sus patas, pueden mantenerse sobre la superficie del agua y desplazarse rápidamente como patinadores.
Hay una gran variedad de mariposas, algunas se destacan por sus colores y envergadura alar, como los pabellones y la mariposa de los naranjos.
(Fuente: Cuadernillo editado por el Departamento Áreas Naturales de la Dirección de Recursos Naturales Renovables – Córdoba – “El Parque Arqueológico Natural Cerro Colorado”)
En el área de Cerro Colorado, además de esta característica, se suma el hecho de una orografía accidentada, con quebradas, laderas, cimas de cerros y espacios abiertos y llanos.
Es indudable que en el pasado la fauna de esta zona fue más rica en especies que en la actualidad, era mayor la biodiversidad. Son prueba de ello las representaciones pictográficas que realizaron los indígenas. Muchos de los motivos cubren una amplia gama de animales, algunos de los cuales hoy ya no existen en la zona.
Por ejemplo, en aquel entonces las llamas y los guanacos poblaban la zona en estado silvestre; hoy han desaparecido, así como el yaguareté o tigre americano.
Algo semejante puede decirse del cóndor, especie ésta que llamó la atención del indígena, pues es la más representada de las aves.
Así y todo, muchas especies han perdurado hasta nuestros días a pesar de la intervención humana.
La variedad de la vida silvestre de “Cerro Colorado” se hace más perceptible en aves e insectos, ya que estos dos grupos se prestan más fácilmente a la observación.
Respecto a las aves, de las más conspicuas mencionaremos a dos: el congo y el jote, aves muy parecidas ente sí, pero que en vuelo pueden identificarse fácilmente por el plumaje de sus alas. Estas son aves carroñeras que pasan la mayor parte del tiempo en las cimas de los cerros, donde se las puede ver “carretear” pesadamente para levantar vuelo. Se ve ocasionalmente al águila mora y una pareja del halcón peregrino que anida en el Cº Inti-Huasi. Lechuzas y búhos, como el ñacurutú, controlan el número de roedores. Por cierto, decenas de especies de pájaros, cuya lista sería muy extensa: zorzal, benteveo, cardenal, chincheros, hornero, carpinteros, martín pescador, garzas, etc., etc., etc...
Por otra parte, muchas especies, por sus adaptaciones biológicas, desarrollan su actividad durante la noche, permaneciendo ocultos durante el día. Tal es el caso del zorrino, el zorro gris, la comadreja overa, el gato del monte, el yaguarundí, etc.
Son comunes las especies de sangre fría –poiquilotermos- como los batracios: sapos y ranas, y los reptiles: lagartijas, chelcos, culebras, víboras y el lagarto overo (iguana)
La variedad de insectos es enorme. Entre los coleópteros, llaman la atención por su tamaño y robustez: el taladro grande, el cortapalos, el bicho candado y el escarabajo pelotero.
Hay una gran variedad de mariposas, algunas se destacan por sus colores y envergadura alar, como los pabellones y la mariposa de los naranjos.
(Fuente: Cuadernillo editado por el Departamento Áreas Naturales de la Dirección de Recursos Naturales Renovables – Córdoba – “El Parque Arqueológico Natural Cerro Colorado”)